Una historia en Shanghai…
M y N son dos brokers occidentales que viven una pesadilla en el mundo subterráneo de SHANGHAI, el lugar donde se encuentran los mayores depósitos de mercancías, el storage más completo del planeta.
La pareja de jóvenes ambiciosos es llevada por la fuerza a un “no lugar”, a un experimento en el que sus identidades son hackeadas y se superponen con las historias de migrantes del siglo veintiuno como Melina (GROENLANDIA) y Joy (BERLÍN).
M y N se descubren como dos identidades que se saben débiles y anacrónicas, y buscan un sentido a sus propias narraciones y ficciones. Arturo Lem es el narrador de la historia, el moderador del juego de despersonalización al que son sometidos los dos brokers. Es un doble espía del gobierno chino y las grandes corporaciones.
SHANGHAI tiene como punto de partida de investigación y construcción del espectáculo a los personajes Melina (GROENLANDIA) y Joy (BERLÍN), quienes permanecen atascados en un tiempo y lugar imprecisos, en tránsito, protagonistas de una amarga distopía. La superpoblación, la obscenidad del comercio virtual y la concentración delstorage –tres elementos propios de Shanghai, una de las urbes que testimonian de mejor manera el crecimiento chino en este nuevo siglo- son el escenario en el que transitan estos y otros personajes cuya aspiración máxima podría explicitarse en el fallido deseo de desaparecer completamente, es decir la creación de una nueva identidad.
SHANGHAI culmina el trabajo de investigación dramatúrgico sobre el ‘no lugar’, la despersonalización y la fragmentación en el lenguaje escénico, a través del estudio de personajes cuyas prehistorias provienen de familias disfuncionales, quebradas por exilios y las marcas latentes de las crisis políticas y económicas de finales del siglo veinte.